Los Condes de Ribadavia, de la familia Sarmiento, ocuparon el castillo de Ribadavia hasta el siglo XVII. hasta el siglo XVII. Este castillo sirvió como una importante fortificación y una residencia nobiliaria significativa en la región.
Enrique II concedió el Señorío de Ribadavia a Don Pedro Ruiz Sarmiento en 1375. Por aquel entonces, Don Pedro vivía en una casa-torre, y él comenzó la construcción del castillo de Ribadavia, completándose en el siglo siguiente. Varias interrupciones marcaron la construcción del castillo, incluyendo el asedio de la villa por el Duque de Lancaster en 1385.
Pedro Ruiz Sarmiento, una figura central en los conflictos dinásticos de Castilla en el siglo XIV, desempeñó un papel crucial en la consolidación del poder de Enrique II en Galicia y en la región en general. Su legado en Ribadavia y otras áreas de Galicia fue marcado tanto por su liderazgo militar como por sus políticas de control y gestión.
Hijo de Diego Pérez Sarmiento y María de Velasco, Pedro Ruiz Sarmiento pertenecía a un linaje de pequeños caballeros, los Sarmiento, originarios del área de Carrión de los Condes. Su padre había sido nombrado adelantado mayor de Castilla por el monarca Pedro I, quien en 1358 le entregó el condado de Castrojeriz.
En 1366, durante la guerra civil entre Pedro I y su hermano Enrique de Trastámara, Pedro Ruiz Sarmiento se unió a la causa de Enrique, que más tarde se convertiría en Enrique II. Su participación en la guerra incluyó acciones militares significativas, como la toma de varias ciudades gallegas y la lucha en la batalla de Nájera en 1367.
Tras el asesinato de Pedro I en 1369, Enrique II recompensó a Pedro Ruiz Sarmiento por su lealtad y servicios. En 1370, fue nombrado adelantado mayor de Galicia, y en 1372, recibió la concesión de varios señoríos, incluyendo Ribadavia y Santa Marta de Ortigueira. Juan I de Castilla, sucesor de Enrique II, amplió posteriormente sus dominios.
La presencia de Sarmiento en Galicia no fue pacífica. Impuso un control estricto sobre los obispados de Lugo y Mondoñedo y utilizó a sus compañías de mercenarios para someter a la población local a través de extorsiones, lo que provocó protestas, especialmente de los cenobios gallegos.
Pedro Ruiz Sarmiento falleció en 1384, víctima de la peste durante el asedio de Lisboa. A pesar de ser castellano de nacimiento, sus restos fueron enterrados en la capilla mayor de la iglesia de Santa María de Sasamón (Burgos), según su deseo.
Aunque no llegó a ser conde, como primer señor de Ribadavia, Pedro Ruiz Sarmiento jugó un papel crucial en la historia de la región y la familia Sarmiento, especialmente por su servicio militar y político bajo Enrique II.
Bernardino Pérez Sarmiento, el I Conde de Ribadavia, fue una figura destacada en la historia de la nobleza española en el siglo XV. Nació alrededor de 1452 y falleció en 1522 en Valladolid.
Bernardino, hijo extramatrimonial de Diego Pérez Sarmiento y de una esclava llamada Úrsula, fue legitimado en 1457 por el rey Enrique IV de Castilla. Tras la muerte de su padre en 1465, heredó el condado de Santa Marta de Ortigueira y se convirtió en Adelantado Mayor de Galicia
En 1467, durante la Segunda Guerra Irmandiña, tuvo que huir de Galicia y refugiarse en la villa de Mucientes. Posteriormente, fue encomendado a Álvaro de Zúñiga, duque de Arévalo.
En 1476, Bernardino fue nombrado I Conde de Ribadavia por los Reyes Católicos. Este título se le concedió en Madrigal de las Altas Torres y fue parte de un acuerdo para resolver un conflicto familiar. Además, mantuvo el Adelantamiento Mayor de Galicia y retuvo varias propiedades.
En 1473 contrajo matrimonio con María Pimentel de Castro. Sin embargo, en 1487 intentó anularlo, alegando un compromiso previo con Teresa de Zúñiga. María Pimentel denunció a Bernardino por malos tratos, y el matrimonio fue finalmente disuelto.
Luis Sarmiento de Mendoza, V Conde de Ribadavia y Adelantado Mayor de Galicia, nació alrededor de 1534 y falleció el 14 de diciembre de 1572 en Ribadavia, Ourense. Hijo primogénito de Diego Sarmiento de Mendoza, IV Conde de Ribadavia, y Leonor de Castro, Luis asumió el título de V Conde de Ribadavia a los nueve años, tras la muerte de su padre en 1543. Hasta 1557, la administración del condado estuvo a cargo de su madre debido a su minoría de edad.
Durante su gobierno, se enfrentó a un declive económico en el condado, agravado por numerosas deudas y gastos excesivos, incluyendo las pensiones a familiares. Luis Sarmiento de Mendoza fue responsable de iniciar el proyecto de una colegiata en Ribadavia, con el objetivo de mejorar la formación religiosa de sus vasallos y trasladar los restos de sus antepasados. Este proyecto contó con el apoyo de sus tíos María de Mendoza y Álvaro de Mendoza, obispo de Ávila, y comenzó a tomar forma en 1564. La colegiata incluiría una dotación de capellanías y estaría ubicada en el solar de la iglesia de la Magdalena, con tumbas familiares en la capilla mayor del vecino convento de Santo Domingo.
Conocido por ser un viajero incansable, a diferencia de sus antecesores, Luis visitó repetidamente sus posesiones en Galicia. En uno de estos viajes, falleció en Ribadavia, dejando como heredera a su única hija, Leonor Sarmiento de Mendoza.
El castillo de Ribadavia y las actividades de los Condes de Ribadavia tuvieron un impacto cultural y arquitectónico significativo en la zona. Aunque la información específica sobre su papel en eventos históricos más amplios es escasa, su influencia en la arquitectura y el desarrollo de Ribadavia es evidente en la preservación del castillo y otros monumentos históricos.