La aparición, hace ahora tres años, de los anillos de los nueve obispos, abrió una nueva ventana al entendimiento de la rica historia monástica dando un nuevo impulso a la intriga y el interés del emblemático Monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil, monasterio. Estos anillos, más allá de su valor material, representan un enlace entre el mundo tangible y las narrativas de fe y milagros que forman parte integral de la historia del monasterio.
Los anillos, fueron encontrados dentro de una bolsa con bordados de hilo de oro, entre los restos de los nueve obispos santos, durante trabajos de restauración en los retablos-relicarios laterales de la iglesia del monasterio. Este descubrimiento, considerado un hallazgo patrimonial significativo, añade una capa tangible a las leyendas y la historia que rodean al monasterio.
Los anillos no son de plata pura, sino que se cree que están tratados con azufre para cambiar su coloración, y algunos incluso presentan un baño dorado. Las dimensiones de los anillos varían, y uno de ellos, el más pequeño, podría haber sido usado por una mujer. Otros anillos se adornan con lo que parece ser una turquesa y piedras de color blanquecino o crema. A simple vista, los anillos parecen ser bastante sencillos, comunes tanto en el mundo musulmán como en la cristiandad de la época. Sin embargo, su origen exacto y antigüedad aún están por determinar, ya que no presentan inscripciones obvias que faciliten su datación.
La importancia de estos anillos no reside únicamente en su valor material o estético, sino también en su significado histórico y cultural. Los anillos, según la tradición, no eran solo símbolos de su autoridad espiritual, sino también conductos de poderes milagrosos. Durante el proceso de canonización en el siglo XVII, se documentaron varios casos de curaciones milagrosas atribuidas a estos anillos, como la recuperación de un hombre tullido y la curación de una joven ciega de nacimiento.
Estos anillos representan más que reliquias; son símbolos tangibles de la devoción y la fe que impregnaban la vida monástica. Cada anillo, con su diseño y elaboración únicos, refleja la individualidad de los obispos a los que pertenecieron, al tiempo que representa su unión colectiva en la fe y el servicio. La veneración de estos anillos y los milagros asociados a ellos subrayan la importancia de las prácticas religiosas y las creencias en la vida cotidiana de la época.
La fama de los anillos y los milagros atribuidos a ellos tuvieron un impacto significativo en la comunidad local y más allá. El monasterio se convirtió en un destino de peregrinación, con personas que viajaban grandes distancias para buscar sanación y consuelo espiritual. Esta afluencia de peregrinos enriqueció la vida espiritual del monasterio y trajo prosperidad económica y un intercambio cultural con visitantes de diversas regiones.
La historia de los anillos y los obispos de Santo Estevo ha capturado la imaginación de artistas y escritores, inspirando obras de ficción y arte. Estas representaciones culturales reflejan la fascinación continua con la historia del monasterio y sus misterios, demostrando cómo las leyendas pueden influir en la cultura contemporánea.
Los anillos de los nueve obispos de Santo Estevo de Ribas de Sil son mucho más que objetos antiguos; son portadores de un legado de fe, símbolos de la rica historia espiritual del monasterio y testimonios de la conexión entre el pasado y el presente. A través de su estudio y preservación, continúan siendo un puente entre la historia, la espiritualidad y el conocimiento cultural.
Imagen de cabecera: José Antonio Gil Martínez